Hay plenos en los que uno sale reforzado cuando salen adelante las propuestas y/o modificaciones que uno presenta, pero hay otros en los que ni por esas consigues verle algo positivo al debate plenario. Es tal la absorción de energía que suponen algunas intervenciones y debates que uno llega exhausto al final del punto de ruegos y preguntas.
En el pasado pleno (30 abril 2018), desde CDeI propusimos retirar un punto del orden del día referente al procedimiento que nos llevará a que un día tengamos un Mercado renovado en Pozoblanco; simplemente porque se quería votar sobre algo futuro, que puede que ocurra o puede que no, y con un informe de la Junta de Andalucía claramente “no viable”. Conseguimos que se aplazara, y nos alegramos de haberlo hecho, pero al mismo tiempo, los debates generados, las intervenciones distorsionando de, sobre todo, Emiliano Pozuelo el cual leía sólo párrafos de los informes que benefician a su postura, dejando a medias los que la contradecían, es ya cansino. Cansino porque ocurre prácticamente cada pleno. Emiliano se dedica a poner en boca, no ya de CDeI, sino también de otros compañeros de la oposición, palabras que no decimos, y así llevamos ya un tiempo.